miércoles, 30 de mayo de 2012

Alergias primaverales

Hoy vamos a abordar uno de los temas de los que más habla todo el mundo en estas fechas: las alergias al polen. Pero, ¿por qué se producen? ¿qué síntomas tienen? ¿cómo se combaten?


Para empezar, se trata de una reacción inmunológica frente algo considerado como "extraño" por el organismo que en este caso es el polen. Cualquiera es susceptible a padecer dichas alergias en mayor o menor medida incluso gente que nunca las ha tenido (en mi caso nunca he sido alérgico al polen y este año por primera vez he tendido algunos síntomas).


 Se tratan de una hipersensibilidad inmediata o de tipo I por medio de anticuerpos del tipo IgE (inmunoglobulinas E)  que se producen frente antígenos inocuos llamados alergenos (polen). La exposición a este alergeno induce la síntesis de IgE se unen a los receptores de los mastocitos del sistema conjuntivo y a los basófilos de la sangre (células del sistema inmunológico). Todo esto dará lugar a la liberación de sustancias químicas que participan en la inflamación como la histamina que puede dar lugar a manifestaciones leves como la rinitis (congestión nasal, picor en la nariz y en los ojos, etc) o más graves como el asma (contracción de los alveolos con dificultad para respirar).


Nuestro organismo está preparado para hacer frente a los elementos externos que puedan ser dañinos o causar una infección (por ejemplo los virus o las bacterias causantes de enfermedades); una forma de defenderse es a través de los anticuerpos. Éstos se unen a los virus o bacterias nocivas y les destruyen. En el caso de las personas sensibles a un alérgeno, el tipo de anticuerpo que le ataca (al alérgeno) se conoce como inmunoglobulina E (IgE). La persona alérgica genera inmunoglobulinas E en exceso y ese "combate" contra los alérgenos desencadena la reacción alérgica. Pero no surge en el primer contacto, primero hay una fase de sensibilización: el organismo se pone en contacto en diversas ocasiones con el agente causante de la alergia, período en el que genera un ejército de anticuerpos contra el alérgeno. Una siguiente exposición al alérgeno da el pistoletazo de salida a los anticuerpos y otras sustancias que provocan la inflamación.
Aquí teneis algunas imágenes de las IgE:




Además tienes que saber que hay algunos sitios donde te puedes informar on-line sobre los niveles de polen así como numerosas páginas de teletexto en tu TV :


En caso de sospecha de alergia, lo primero que debemos hacer es acudir al médico especialista en este tipo de afecciones, nos estamos refiriendo al alergólogo. Como si se tratara de un detective, este especialista iniciará una serie de pasos para averiguar si existe alergia y en este caso, qué es lo que la causa para poner medidas preventivas y tratamiento, si es necesario.
Una de las cosas que se tienen en cuenta son los antecedentes familiares, debido a que la alergia tiene un componente genético:
• Si el padre o la madre es alérgico, existe una probabilidad del 50% de que el hijo lo sea.
• Cuando ambos lo son, la probabilidad aumenta prácticamente a tres de cada cuatro niños.
Otro paso a dar es la recogida de información que aporte el paciente o sus familiares, lo que se conoce como historia clínica. En ella se recogen datos médicos y los síntomas de alergia que el paciente expresa.


Ahora viene la parte práctica, ya que el alergólogo prueba sobre la piel del paciente distintos alérgenos, seleccionados en función de la historia clínica y del entorno en el que vive. Se trata de las pruebas cutáneas, que funcionan muy bien para orientar el diagnóstico. Si la piel reacciona y aparece una mancha roja e inflamada, implica hipersensibilidad ante ese alérgeno. Otras pruebas complementarias que también pueden ayudar son analíticas, etc.

Y siempre tras las medidas de prevención y diagnóstico nos quedan toda una serie de medicamentos para la alergia que puede que tengas la mala suerte de conocer. Tienes que saber que el uso de cualquier medicamento tiene que ser supervisado por un médico (evita la automedicación). El principal efecto secundario de todos ellos es el sueño que generan no siendo aconsejable que realices ciertas actividades peligrosas mientras lo tomas. En lo referido a las vacunas son de carácter personalizado y no siempre efectivas.


También conocida como "fiebre del heno", la alergia al polen se manifiesta con rinitis (estornudos, secreción nasal, picor, congestión nasal) y en ocasiones también con conjuntivitis (lagrimeo y picor ocular).
Los síntomas de la rinitis alérgica se confunden frecuentemente con los de un resfriado.




Calendario de polinización en España:

La polinización se ve influenciada por las condiciones climáticas: las jornadas con viento y calurosas favorecen la difusión del polen; las jornadas lluviosas, por el contrario, provocan la carencia de polen en el ambiente.
En la siguiente tabla se detallan los pólenes más frecuentes y su época de máxima polinización:

 

 

 

 

Algunos consejos para los períodos de polinización:

“Es importante prevenir el contacto con el alérgeno, especialmente en las épocas de mayor concentración”. Para ello hay algunos trucos muy útiles:

  • Usar humidificadores y aire acondicionado con filtro anti-polen.
  • Evitar las actividades al aire libre entre las 5.00h y las 10.00h de la mañana, período en el que la concentración de polen es mayor en la atmósfera. Procura permanecer en espacios cerrados cuando el recuento de pólenes sea alto.
  • Usar gafas de sol cuando se salga a la calle.
  • En los viajes en coche mantener las ventanas cerradas.
  • Mantener las ventanas cerradas a primera hora de la mañana y al atardecer (el período de mayor polinización).
  • Ducharse y cambiarse de ropa al volver a casa (el polen puede haberse depositado sobre el pelo y la ropa).
  • Ir de vacaciones a sitios y en estaciones donde haya baja concentración de polen.
  • No colgar la ropa al aire libre para secarla (el polen puede acumularse en ella).
  • Evitar los factores irritantes como el humo, el polvo, los sprays o los insecticidas.

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